miércoles, 30 de enero de 2008

Yo estuve allí

Llamamiento a todos los que os presentasteis a las oposiciones de TVE con dramático resultado, bueno a los que sacaron plaza pues también. Cuando la gente os pregunta que qué tal os fue y vosotros decís que bastante bien teniendo en cuenta que allí había cinco mil personas, que era el examen más multitudinario que habéis visto en la vida y que había un pabellón de ifema entero de gente respondiendo “quién fue el realizador de la producción de tve de 1984 Tal y pascual”, ¿no se os quedan mirando con cara de ¿”tú qué te has fumado?” ¿Vuestros familiares piensan que os lo habéis inventado para justificar vuestro fracaso? ¿Nadie cree que pudiera haber más controladores que opositores hay en un examen al Ministerio de Industria Turismo y Comercio?

Pues he encontrado el documento audiovisual que nos da la razón. En el examen de Técnico en audiovisuales la gente flipó tanto al entrar que desobedeciendo las normas sacaron sus teléfonos móviles para dejar constancia del momento antes de que empezara la prueba en sí,pues aún quedaban unas cuatro mil personas esperando a entrar. O por lo menos eso hizo un chico que se sentaba unas filas por delante de mí. Se me ha ocurrido pensar que a lo mejor había subido el video al youtube y, efectivamente, allí estaba. Es un documento de pésima calidad y duración pero, si no me equivoco, creo que la tía que sale a la izquierda tres filas más atrás, detrás de la del pelo largo soy yo o, por lo menos, los soy hasta que se demuestre lo contrario. Gozad con los recuerdos del pasado.

viernes, 25 de enero de 2008

Misión salvar 90 minutos de vuestras desgraciadas vidas

No pensaba escribir sobre cine esta semana. Y el hecho de que me sienta en la obligación no sobreviene de una necesidad intrínseca de imitar al Payo, que por fin, y tras muchos meses de espera, nos deleita desde hace unos días con su nueva sección de crítica cinematográfica. Comento lo que viene a continuación para advertiros y aconsejaros; para evitar que sintáis las horas más preciosas de vuestra vida perdidas para siempre. Amigos… enemigos… ni por lo más remoto se os pase por la cabeza ir a ver Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la tierra.

Sé que el hecho de que yo sí la haya visto no me da muchos puntos a favor. Pero tengo una excusa que antes de ir me parecía buena y ahora me parece desdeñable. Tenía entradas gratis para la Premiere en Kinépolis. Y por mucho que dudes de la película siempre piensas que el cine es cine y que con lo caro que está hay que aprovechar ciertas ocasiones. Por otro lado estaban por allí los chicos del rodaje: en los que no quise fijarme al entrar a la sala. En cierta ocasión estuve tomando una Coca Cola cerca de Santiago Segura en el estreno de El lobo, y me pasé media hora preguntándome si debía ir a entablar conversación con un tío al que no admiro precisamente pero que se supone que es famoso y que te tiene que hacer ilusión verle; fue un rato horrible porque siempre se te pasan por la cabeza gilipolleces del tipo: “y si le caigo bien y me presenta a Alex de la Iglesia y a su vez Alex de la Iglesia me presenta a Guillermo del Toro, y Guillermo del Toro consigue que acabe trabajando en el CINE sin tener que haber pasado antes por el cine…”. Esta vez no quería pasar esos minutos de angustia y entré ignorando al elenco del famoseo. Tras la hora y media de angustia que pasé dentro de la sala, tienen suerte de que no me los encontrara al salir.

¿Sabéis cuando te encuentras que en tu barrio un tío con pinta de mafioso ha cogido un local de puta madre, lo ha decorado pagando una pasta gansa a un diseñador de interiores super cool y ha contratado a un par de camareras de Play Boy; pero el local nunca se abre, o nunca se llena, y si entras a pedir algo te miran con cara rara mientras te das cuenta de que el resto de los comensales tienen la misma pinta mafiosa que el jefe y sin duda le conocen desde el colegio? Pues algo así pasa con Mortadelo y Filemón 2. Siempre pienso que ese bar no es lo que intenta aparentar, sino una mafia de trata de blancas y negras o de trafico de armas a Camboya o en el mejor de los casos una tapadera para blanquear mucho mucho dinero. La de Miguel Bardem tampoco puedo considerarla película aunque lo intente aparentar.

El caso es que se han gastado una pasta en hacerla. No hay un solo plano sin efectos en 3D, hay más actores de series “de éxito” que en la portada del Supertele, y hay una copia idéntica del Scooby Doo virtual de la última secuela que se pasea sin ton ni son por cada escena desde la mitad de la película hasta el final. Pero, que extraño, no hay guión. ¿Y para qué gastar tantísimo dinero en una película que ocupa el puesto honorífico en mi ranking de “razones para renegar del cine español”? (no sabéis hasta que punto me haría feliz tener un post de Miguel Bardem explicando la jugada: “estos círculos rojos son las 200 posiciones de la cámara en la escena, y estos 200 círculos blancos las de los actores…”).

Intenté dormirme, lo juro. Al empezar la película pensé que el proyector tenía la lente mal ajustada, pero nadie vino a arreglarla. Casi todos los planos eran generales y con una lectura tremendamente difícil por la cantidad de objetos, sujetos, y fondos llenos de cosas que había en pantalla. Y todos se veían rozados de foco. Después de un rato empecé a darme cuenta de que en cada plano había un término enfocado pero casualmente no era el mismo hacia el que tendían a irse mis ojos. Cuando tienes un contraplano de una actriz con escorzo de Pepe Villuela, no miras a Pepe Villuela que está dado la vuelta (adivinad cual de ambos estaba enfocado). A los quince minutos de film me picaban y me lloraban los ojos. A la media hora me dolía la cabeza. Intenté dormirme pero las butacas del Kinépolis no están pensadas para eso.

¿No os parece que la interpretación de Alex O´Dogherty se parece extrañamente a la del gato con botas de Shrek?

Pero lo que más me desconcierta es el perro de 3D. Sin duda les cuesta mucho muchísimo rodar con niños y con animales. Porque cuando el papel del perro es ir de aquí para allá pegando a los que llevan sombrero, frotarse con las piernas de los actores y lamerles la cara, me sale por mucho menos presupuesto contratar al perro de los anuncios de la Primitiva. La única forma de ver al perrito sin ir al cine es al final de uno de los trailers. No hay imágenes de él ni en la web de la película, ni siquiera una foto fija. En el lugar en que tendría que aparecer entre los personajes meten el dibujo de una huella canina, y eso que incluso hay transcrita una entrevista al perrito (http://www.myfmisionsalvarlatierra.com/Home/Home.aspx desconectad los altavoces si no queréis acabar en un psiquiátrico). Ya que lo han usado para la peli, ¿por qué no animan unos planitos para la web? Que raro… que extraño…

Aquí os dejo una muestra bastante desagradable del otro perrito virtual cinematográfico para que podáis comparar.

En definitiva es la peor película que he visto en mi vida. Las secuencias son totalmente inconexas entre sí, y tienen que meter una secuencia de informativo televisivo al principio a modo de prólogo porque si no ni siquiera te enteras de lo que pasa durante el resto. Personalmente creo que la añadieron después del montaje para que no se notara que habían rodado en dudosas condiciones de salud mental. Aún así me alegro que hubiera gente riéndose en el cine porque eso me permite pensar que yo tengo un problema con el cine español y que la cosa va viento en popa.

Por cierto; el otro día vi La silla de Fernando. “Tranquilos, Ana Belén y Victor Manuel, que yo no bajo de Internet cine español, que Internet es muy caro. Ramoncín, no me señales con el dedo que esto fue una excepción”. Una de las anécdotas que contaba Fernando Fernán Gómez era cómo en una ocasión un taxista iraní le había preguntado por qué teniendo una cultura tan rica teníamos un cine tan malo. Fernando, que en paz descanse, respondía con cara de estar ocultando algo, que era cierto que nuestro cine era malo pero que desconocía la razón. Me imagino el contracampo con David Trueba, Ariadna Gil, Natalia Verbeke, Elena Anaya, Lucía Jiménez… (sí, ellos eran el “equipo técnico”) tragando saliva con cara de susto. "Glups".

sábado, 19 de enero de 2008

Para los que pensaron que no habría más "paluegos"

He escuchado últimamente de boca de un par de seguidores de Muchachada Nui que la razón de que hayan dejado de emitirlo y de que hayan matado el tiempo en navidad con refritos de Enjuto Mojamuto, Celebrities y Los Clamstein se debe a que solo tenían contratados con tve episodios para una temporada, y “El Eeeeente” (digo… “La Corporación") no les ha renovado el contrato. Mi primera reacción fue decir “desde que se convirtió en Corporación despidieron a las dos neuronas que aún le quedaban Al Eeeeente” porque ¿cuándo ha tenido un programa de La 2 una audiencia por encima de su media de share? ¿Cuándo ha sido esta media muchísimo inferior a la que soportaba en youtube (plataforma que según muchos se convirtió en medio de publicidad viral para atraer al programa a aquellos que veían La hora chanante solo y únicamente a través de Internet)? ¿cuándo el blog de un programa de la 2 ha llegado a tener 605 comentarios de respuesta a un post? Como no entraba en mi cabeza que los programadores de TVE pudieran ser tan… (muchos os estaréis riendo mientras os acordáis de las barrabasadas que se han hecho en la parrilla con programas de televisión de Lost cuáles no voy decir el título), mi segunda reacción fue pensar que si ya que estos muchachos tienen filia por aparecer en Internet lo mejor era acudir directa a su página web http://muchachadanui.rtve.es/. Y… efectivamente, y si no nos están engañando, vuelven con nuevos episodios en marzo.

¿Pensabais que iba a gritar “bieeeeeeen” como al final de un cumpleaños feliz? Pues esta vuelta me crea una sensación agridulce. Citando a un personaje de dudosa reputación: “Como dijo Jack el destripador, vayamos por partes”. Se por fuentes fiables, aparte de por la Wikipedia, que estos muchachos se conocieron en Cuenca. Joaquin Reyes, Raúl Cimas y Ernesto Sevilla son de Albacete (e incluso creo que se conocían de antes, dudo que Albacete sea muy grande, quien no esté de acuerdo que haga un comentario y me invite a un finde en Albacete) y se fueron a estudiar Bellas Artes a la facultad de Cuenca, donde se encontraron (entre otra mucha gente. Ved la web de http://www.felixmartinezlosa.es/, no tiene desperdicio) con Carlos Areces que es de Madrid. Sí, amigos, se desgraciaron en Bellas Artes y vinieron a quitarnos el trabajo a nosotros los desgraciados en Comunicación Audiovisual, así como a los que estudiaron interpretación; (démosles la enhorabuena. Amén). Pero es que parece ser que en aquella época la facultad de Bellas Artes de Cuenca, que como suele pasar con todas las de esta carrera debía tener asignaturas de prácticas (démosles las gracias nosotros a los decanos de Ciencias de la Información por convertir la nuestra en una carrera teórica. Amén), tenía una asignatura de vídeo en la que había que hacer un corto y que se presentó un video sobre unos tíos disfrazados de tomates -del cual, por desgracia (como no), no existe copia en youtube-, con el que toda la facultad se debió partir de la risa. Algo parecido a lo que nos pasó a nosotros con Sirilium, pero con salida profesional.

Por si os suena de algo, debió de formarse un grupo de unos pavos que estaban siempre diciendo y haciendo chorradas con las que la gente se partía de la risa, y no erais vosotros. En aquella época se les debió de juntar Julian López que es de Cuenca y que lo que se dedicó a hacer durante sus años de estudiante fue a tocar la trompa. Sí, toca la trompa, en serio y no tiene nada de raro porque en aquella época la palabra trompa debía de irles al pelo a todos. Por ahí (y ahora sí que me baso en fuentes menos fiables) debía estar un tal Santiago Lucas que acabó de realizador en Paramout Comedy, y empieza el largo y pedregoso camino de entrar a currar en la televisión.

Aquí os dejo un video realmente impactante de Julian López y ese cantante extraño que le gusta escuchar a mi novio y al que una vez, según asegura, vimos en Malasaña.

Personalmente no me considero seguidora de la Muchachada. Es el tipo de programa que ves y unas veces no puedes parar de reír y otras veces piensas que se les ha ido la olla hasta tal punto que deberían haber puesto subtítulos explicando de donde viene la coña personal que están haciendo para que lo podamos entender todos. Más que risa Muchachada Nui me causa un tremendo sentimiento de envidia (y no de la sana). Porque muchas veces pienso que a lo que más se parece ese programa es a mi casa, y ya no os cuento sobre mi casa cuando vienen unos cuantos colegas chalados. Pero yo trabajo de teleoperadora y estos tíos trabajan en la tele pasándoselo de puta madre, cosa que no pueden hacer ni siquiera el resto de los que trabajan en la tele. Así que no os empeñéis en incluirlos sin preguntar en nuestro mundo de desgracia. No les han quitado el programa, no se aprovechan de ellos haciéndoles caracterizarse de perro muchacho y no son unos pobres señores decentes con traje y corbata a los que se les obliga a escribir guión absurdo tras guión absurdo para luego volver a casa destrozados y ponerse a leer la relajante información bursátil. No. Son felices haciendo el gilipollas, y no solo eso sino que encima consiguen que un buen puñado de freaks acabemos haciendo las mismas gilipolleces igual de felices y nos encontremos con toda la oficina mirándonos con caras extrañas cuando el señor Téllez nos enseña la foto de su nieto y nos sorprendemos diciendo: “Ay que bonico el chiquilloooooo”.

Yo me justifico a mí misma con una excusa sencilla. Nunca habría podido hacer algo parecido a lo que hacen estos muchachos. Porque las mujeres no hacemos esas cosas. Por eso no hay tías en Muchachada Nui, aunque también es posible que tengan algún tipo de misoginia contagiosa. Pero no hay duda que las tías somos estiradas, y estamos demasiado pendientes de nuestra imagen personal como para que nos haga gracia vernos a nosotras mismas en una situación absurda. Si hacemos una aparición en un sketch disparatado siempre será haciendo el único papel digno que haya, sin poner voces raras ni hacer acentos extraños y mucho menos caracterizadas… Sí, las de Buenafuente deben de ser transexuales. No pretendo ser generalista, pero por lo general no solo es difícil que nos pongamos a hacerlo sino que el resto de las tías no nos den de lado por vergüenza ajena. Por eso siempre hago lo posible por rodearme de tíos. Tías sin complejos solo conozco una y obviamente no soy yo. El caso es que para bien o para mal, me veo volviendo a comerme las uñas delante de la tele y repitiendo en mi mente que yo también quiero que me dejen pintar de negro el suelo de una nave industrial y me den un par de rollos de precinto blanco para descojonarme de Lars von Trier y de mí misma que no me vendría mal. Aunque sé que por su jodida culpa ya nunca más podre ver un videoclip de U2 como lo veía antes.

miércoles, 9 de enero de 2008

Renta Básica de Emancipación. De aquí a las elecciones...

Desde que volvimos de los cotillones de nochevieja y de las comidas de año nuevo aún con los restos de los canapés olvidados en las neveras de unos pisos que nos alquilaron sin electrodomésticos, no paramos de escuchar en los medios de comunicación la gran acogida que ha tenido la creación de la RBE y las colas que se han creado en las delegaciones de la consejería de la vivienda para solicitar los tan traídos y llevados 210 euros (que se pueden quedar en 105, o 70 o 52,5...-léase un etcétera periódico- dependiendo de los que estemos como titulares en el contrato de alquiler). Si vives en un piso compartido con 2 personas (nada fuera de lo habitual), estáis todas en el contrato y sólo tú cumples los requisitos, tendréis 70 euros a repartir entre todos (a que os están dando ganas de independizaros…)

Y hay algo que me hace pensar que las colas de jóvenes que se han formado no son ni tan largas (que bien le viene al gobierno dar imagen de buen samaritano de aquí a marzo) ni para solicitar lo que ellos llaman la RBE (renta básica de emancipación) y lo que yo llamaría “si tienes mucha suerte, y tu casero es bueno y ya tenías contrato de antes, a lo mejor, si el tiempo no lo impide, te sale la factura de Internet gratis”. Y es que para poder pedir cualquier trámite burocrático sencillito (no del tipo de hacerse una citología por la seguridad social) lo mínimo que se necesita es cierta información con tiempo para: saber dónde hay que ir a pedirlo, qué hay que llevar...

Cuando salieron los primeros anuncios en la tele sobre “la rebe”, hace aproximadamente un mes, la página web a la que ponía que tenían que acceder los jóvenes para informarse era: http://www.alquilerjoven.com/ . Os animo a pinchar a ver qué sale. Bingo! Esa no es la página del ministerio de la vivienda ni la de “la rebe” sino una página privada de anuncios de pisos en alquiler. Tardaron por lo menos dos semanas (le hice un seguimiento exhaustivo) en sustituir el rótulo en el anuncio por el de http://www.alquilerjoven.es/ que, por otro lado, tiene más sentido siendo una página del gobierno. ¿Que a qué funcionario se le caería el pelo por esto? No me hagáis reír, el de funcionario es el único contrato fijo de España. Ahora ya tenemos nuestra fantástica web accesible y hemos controlado que nuestra comunidad autónoma ha firmado la ley y se mete en el ajo (no creáis que esto fue fácil, la Comunidad de Madrid lo firmó el 13 de diciembre aunque se empezaría a solicitar el 2 de enero). Vamos con los requisitos:

  • Tener entre 22 y 30 años: entiendo que esto haya puesto a muchos los pelos de punta porque se acaban de pasar de años y no tienen ni oficio ni beneficio ni sitio dónde caerse muertos. Tampoco os hagáis ilusiones los de 22 porque solo lo dan durante 4 años, es decir: el gobierno de España calcula que nos será imposible independizarnos, con o sin “rebe”, hasta los 26 años. En mi caso yo lo cumplo.
  • Tener unos ingresos brutos de menos de 22000 euros al año, esto viene a ser el mismo requisito por el cual no te obligan a declarar a hacienda. Tal y como estan las cosas no es difícil de cumplir. En mi caso yo también lo cumplo.
  • No tener otra casa en propiedad ni ser familiar del propietario de la tuya. Es bastante lógico para evitar fraudes, pero pensad en el que heredó junto a sus cinco hermanos una casita perdida en el pirineo oscense pero vive de alquiler en Madrid, y en ese que le paga católicamente el alquiler de 800 euros todos los meses a su tío Paco. Se estarán subiendo ambos por las paredes. Yo, por lo pronto, lo cumplo.
  • Acreditar una vida laboral de al menos 6 meses. Parece que no se han pasado mucho en la cantidad de meses, pero con esto se quitan de encima a: azafatas, promotores, trabajadores del mundo del audiovisual, artistas etc (que suelen tener contratos por obra que nunca superan más de unos meses) y a todos aquellos a los que les hacen un contrato basura de 6 meses, luego les echan a la calle un verano y luego miran a ver si les vuelven a coger. Obviamente la persona que tiene una vida laboral de más de 6 meses seguidos es, por lo general, una persona con un contrato indefinido. Traducción: tienes que ser fijo en un curro. Sé que estudiaste una carrera con poca salida y te vas haciendo tu currículum currando aquí y allá en empresas del sector, pues no, olvídate de lo tuyo y métete a teleoperador, cafetera del Starbucks, dependiente de Zara… (las multinacionales hacen contratos fijos y tú deberías pensar en tu futuro y no en tus sueños). En mi caso, desgraciadamente, yo lo cumplo.
  • Os estaréis preguntando por qué no he puesto como primer requisito estar pagando el alquiler de un piso. Pues no, amigos, el gobierno, listo como él solo, ha sacado la posibilidad de que si aún no tienes el piso pero tienes previsto, en un futuro no muy lejano, si ves que tienes tiempo, y tu pareja está de acuerdo, y encuentras el piso que quieres, irte de alquiler… te dejan pedir la “rebe” y cuando tengas el piso vas y llevas el contrato. ¿No sería un ahorro de tiempo y dinero esperar a que tengas el piso y ya lo lleves todo junto? ¿Nadie ha pensado en todas las solicitudes que se van a echar y que luego no van a encontrar piso? ¿Es realmente necesario poner a 40 personas más en cada cola de la ventanilla única para nada? Ahhh sí, lo olvidaba, esas personas hacen bulto y luego cuando sale la noticia en el informativo parece que la acogida de “la rebe” ha sido brutal y que el gobierno lo ha hecho “supermegachachi”.

Pues bien, una vez cumplidos todos los requisitos os preguntaréis de qué me quejo entonces. Cuando te pones a rellenar el formulario tienes que poner dos datos que no vienen como requisitos pero que en el fondo lo son.

  1. Especificar desde que cuenta estás pagando el alquiler. Resulta que no vale la de cualquier banco. Se supone que hay unos bancos concretos que han firmado un convenio con el gobierno por el cual ellos controlan que tú pagas todos los meses y dan la orden de que te paguen “la rebe” a tí. Según la http://www.alquilerjoven.es/ tienes que consultar la lista de qué bancos son pero ellos no te la dan (todos sabemos lo difícil que es subir una lista de bancos a Internet y tener que actualizarla si cambian los convenios, uffff, agobio me da solo de pensarlo). Si resulta que tu cuenta bancaria no es de ninguno de esos bancos te tienes que abrir una nueva, y ya que te la abres para no tener que sacar el dinero de tu banco y meterlo en el nuevo mejor domicilia la nómina. Eso por no hablar de las pelas que se van a llevar en comisiones por transferencia todos los meses. Ya veo a los señores de los bancos de la inexistente lista frotándose los bigotes con desdén cual Pier Nodoyuna. En este caso, para mi no hay problema, tengo la nomina domiciliada en un banco grandote que firmó nada más ver la posibilidad de negocio.
  2. Especificar el número de cuenta bancaria del propietario. Es decir, ese en el cual tú ingresas un dineral todos los meses. Ummm, perdone, es que yo no ingreso nada, se pasa el portero (léase el propietario o voy a casa del administrador con un sobre) a cobrármelo en metálico. Pues nada, a tu casita con el rabo entre las piernas, como el que le alquila la casa a su tío y el que tiene una casita en propiedad. Porque resulta que pagar el alquiler en mano es totalmente legal si lo firmaste en el contrato pero aún así al gobierno no le interesa porque no se lleva todos los datos bancarios de arrendador y arrendatario y… sin poderles pegar el palo en hacienda cómo coño iba a pagar “las rebes” de todos los demás.

Mi propietaria se niega en rotundo a darme su número de cuenta (¿será porque, aunque al ser yo menor de 35 no le hagan pagar impuestos por alquilarme un piso se van a enterar de los otros 45 inmuebles que tiene alquilados?) de hecho ni siquiera me coge el teléfono desde hace un mes. Lo más fuerte es que cuando consiga convencerla habrán pasado las elecciones (porque “las rebes” que se solicitan ahora tienen “previsto” empezar a darlas después de las elecciones, mira que casualidad) y la ayuda se la habrá comido con patatas la oposición, que ya no será tal. Mientras, me estoy gastando un dineral de móvil en dejarle mensajes de voz a una señora excéntrica: “doña Pilar, por sus muertos, déme un número de cuenta, le juro que dejo ahora mismo de envejecer para que no le cobren impuestos por mi piso de aquí a… las elecciones”.

viernes, 4 de enero de 2008

Quizá fue culpa nuestra...

Nosotros nunca nos hicimos ilusiones sobre el trabajo de nuestra vida. Sabíamos donde nos habíamos metido. Que era imposible seguir la senda Amenábar entre los pasillos de la facultad, y que por mucho que corriéramos de las cabinas de montaje a la videoteca y de la videoteca a la cafetería y de la cafetería al laboratorio de fotografía (solo unos cuantos afortunados fuimos capaces de encontrarlo) y de nuevo a la videoteca perseguidos por Castro, no daríamos el braguetazo y saldríamos invitados a las galas de los Goya. Sabíamos que probablemente tampoco nos contrataran en la televisión más que de becarios y que cuasi con seguridad acabaríamos de técnicos de comunicación externa, interna, interdepartamental o "tráeme un café, chaval" en una empresa de tres al cuarto. Lo que nunca imaginamos era que ni siquiera se iba a saber que lo que habíamos estudiado estaba catalogado en los planes de estudio de las universidades como: licenciatura. Y, desde luego, no debería estarlo, porque después de 3 años titulada yo más que licenciada me siento desgraciada.